miércoles, 22 de noviembre de 2017

Capitulo 4: "Soñé contigo..."


Narra Natalia
Salí del baño, Malú me esperaba sentada en la cama con las piernas cruzadas. Noté como su mirada me repasaba de arriba abajo. Mis rodillas temblaron. Aclaré mi garganta llamando la atención de mi jefa.

-¿No tenías hambre?-Pregunté.

Narra Malú
¿Pero a ver que estoy haciendo? ¡Malú reacciona!

-Sí, si –Dije apartando mi vista de su cuerpo, y buscando con mis ojos el bolso.

Fuimos a un restaurante que quedaba a una manzana del hotel, fuimos en mi auto, porque no dejaba de llover. Comimos algo y bebimos vino;  y hablamos más del trabajo, al día siguiente teníamos una reunión importante y necesitaba que Natalia no tenga dudas de nada. Al regresar al hotel, en el coche, estábamos más distendidas y yo reía de algunas cosas que me contaba, creo que el vino me hizo efecto.

Narra Natalia
Malú se reía de las cosas que decía y su risa es contagiosa, siempre lo fue. Ingresamos a la habitación, se sacó sus tacones y yo revise mi móvil, no tenía mensajes, decido apagarlo. Veo que Malú tenía una bolsa.

-¿Quieres un poco más? –Suelta de manera graciosa.
-Venga, si, lo necesito. –Respondí acortando distancia.

Saca de la bolsa una botella de vino, bebimos unas copas y al fin nuestras conversaciones no eran laborales.
Sentadas en el suelo, parecíamos dos niñas recordando el pasado.

-¿Recuerdas la primera vez que vinimos a Sevilla? –Dijo sosteniendo mi mirada.
-Sí, lo recuerdo… En tres días me hiciste conocer muchos sitios –Solté entre risas y ella se contagia.

Narra Malú
En determinado momento, recordamos muchísimas cosas, pero lo que siguió a continuación me gustó mucho más.

-Quien lo diría que estaría una noche lluviosa como hoy en Sevilla contigo, y soltera… Vamos –Dijo riendo-
-¿Soltera? –Pregunté con mis ojos como platos.
-Sí, con Andrea nos tomamos un tiempo… -Dijo bebiendo un trago- La verdad, ya nada es igual para mi… ¿Y tú? Hay rumores de que tienes pareja…

Solo río ante eso, si supieran todos que mi única función en la vida es ser una adicta al trabajo… Lo cierto es que desde Natalia no volví a enamorarme.

-Que va… Son solo rumores. Mi vida es mi trabajo, nada más. –Dije mirando el techo.

De pronto noto como Natalia se acerca lentamente a mí, y no me sentía nerviosa, era como si lo desease, como si hubiese estado esperando a que lo haga.

-¿Tu una mujer solitaria? Lo dudo mucho –Dijo de cerca, sonriendo.
-Perdón el hecho de que tú no puedas estar sola no significa que yo sea igual…
-¿Quien dijo que no puedo estar sola?
-Vamos… En Italia eres una persona importante, las tías y los tíos te deben perseguir –Y soltó una carcajada.

Narra Natalia
Malú cree que soy una estrella, vamos que soy alguien normal, que si me han hecho reconocimientos pero tampoco soy Dolce & gabbana. Seguimos hablando entre risas.

-Oye no soy Madonna mujer, soy alguien normal en Italia, pero nada más. En cambio tú… -Solté y me pegó en el brazo.
-Yo ¿qué? –Dijo sonriendo y dispuesta a pelear cual infantil.
-A ti sí que te deben seguir y varias personas…
-Bueno, bueno, vamos a dormir que el vino a ti te hace delirar –Dijo intentando incorporarse.
-Que cobarde eres –Dije bebiendo.
-¿Cobarde yo? –Soltó volviendo a sentarse a mi lado.
-Si porque huyes y no reconoces lo que sé qué haces… Una mujer importante como tú que por apariencias haces correr rumores de estar con el encargado de marketing, sin embargo vas a cenar con tu mejor amiga a los mejores restaurantes y le compras vestidos caros… -Dije mirándola fijamente y se sorprendió.
-Soy una mujer libre que hace lo que quiere con quiere y no le debe explicaciones a nadie… Y honestamente no imaginé que me anduvieses siguiendo –La interrumpí de un beso. Fue un impulso torpe, lo sé. Pero lo quería, intento alejarme pero coge mi cara correspondiéndome. De pronto empiezo a perder el conocimiento.

Narra Malú
Me besó inesperadamente y me encanto que lo hiciera. Cogí su cara con mis manos y correspondí su beso. Echaba de menos sus besos, debo reconocerlo. Luego de ahí empecé a adormecerme.

No sé si estoy soñando o que pero no quiero detener mis impulsos, la tengo a Natalia en mis sueños y no quiero dejarla escapar.
Me separo unos segundos y nos miramos, nos incorporamos y me abalanzo a sus labios una vez más y la afirmó contra la pared. Sentía como sus manos se paseaban por mi cintura, por debajo de mi blusa.
Me separo rápidamente y me la quita. Tironeo de la suya hasta llegar a la cama y se la quitó. Ataca mi cuello, y me va quitando lentamente el pantalón.

Narra Natalia
Pareciera un sueño, tengo a Malú encendida. Echaba mucho de menos sus besos, sus caricias, su perfume… Bastaron minutos para que estemos desnudas en la cama ardiendo de placer. Cogió mis manos por encima de mi cabeza y sus besos se intensificaban, y se mezclaban entre mordiscos en mi cuello descendiendo por mi cuerpo hasta dispersarse por mis pechos, bajando lento por mi abdomen. Echaba de menos su forma de hacerme suya…

Narra Malú
Recordaba a la perfección todas sus zonas erógenas, y mis caricias y besos las disfrutaban. Adoro ver el brillo de sus ojos cuando la hago mía, es como si el tiempo no hubiera pasado.
Pego mi cuerpo al de ella y busco sus labios sedientos de ganas. Sus manos navegan por toda mi anatomía, sabe cuáles son mis puntos débiles y los está avivando a todos, y así me lleva a tocar el cielo con las manos, una y otra vez.
  • ·        Al día siguiente…


Narra Natalia
Despierto porque suena una alarma del móvil, abro apenas los ojos y veo a Malú abraza a mi cuerpo, y me recuerda a los viejos tiempos.
Con sus ojos cerrados pasa su brazo por encima de mi cara, prácticamente, y coge con su mano el móvil, para apagar la alarma.

-¿Qué hora es? –Pregunté mientras me restregaba los ojos.

Ella abre sus ojos como platos al mirar bien el móvil, y al darse cuenta que estaba abrazándome prácticamente.

-Joder, que se nos hace tarde para la reunión. –Soltó de un brinco.

No sé qué sucedió anoche, solo recordé que estábamos bebiendo vino y hablando de nuestras cosas, y la besé. Luego de ahí no recuerdo más nada, amanecimos prácticamente vestidas como estábamos anoche.

Narra Malú
Entro al baño a cambiarme. Me miro al espejo, y me mojo la cara. Qué vergüenza dormí abrazándola. Y peor aún porque estoy recordando con detalles el sueño húmedo que acabo de tener.
Quise guardar una cierta distancia con Natalia después de todo lo que soñé.
Nos dirigimos a la reunión y entre en el despacho. Ordené mis papeles y me senté en una de las sillas que andaban alrededor de la mesa redonda.

-¿Tienes listos los informes? –Dijo Natalia entrando a la sala de reuniones.
-Si… Aquí están… -Señalé la carpeta negra sin mirarle la cara.
-¿Y… Tardaran mucho en llegar?
-No creo.

Cuando pasaron un par de minutos, Natalia se sentó frente a mí. Abrió sin permiso las carpetas que estaban a mi derecha y comenzó a echarle un ojo.
Aproveche que ella estaba repasando los papeles para mirarla. Su pelo caía perfectamente sobre sus hombros. Diviso sus piernas cruzadas, a través de la mesa que era de vidrio. Muerdo el extremo de mi bolígrafo al tener en mi mente las escenas de mi sueño entre las dos. Recuerdo a la perfección que anoche nos besamos y luego al parecer quedamos dormidas. Es extraño que no me haya dicho nada de ello, ¿acaso no lo recordara por las copas?

De pronto ingresan los socios a la reunión y cortan mi rollo. Evite mirar a Natalia en toda la reunión, porque me ponía nerviosa. La reunión fue un éxito logramos convencer a los mismos a que se unan apostando a nuestra empresa. Una vez que se retiran los inversores, quedamos a solas con Natalia.

-Estuviste genial jefa! Se nota que has nacido para esto –Soltó Natalia con entusiasmo.
-Gracias. –Dije contenta- Pero también hiciste un gran trabajo al contar con detalles ciertas cosas nuevas que he incorporado. No lo podría haber hecho sin ti… -Dije sonriendo, porque es verdad.

Y quedamos mirándonos en silencio. Esos ojillos que tiene, tan intensos y tan dulces a la vez. Y esos labios tan marcados que me sonreían… Y suena su móvil irrumpiendo…

-Disculpa debo… -Dice algo nerviosa al ver la pantalla del móvil. ¿Quién será?
-Sí, claro.
-Hola Andrea… -Dice mientras se incorporaba, dándome la espalda.
¿Andrea? ¿Qué quiere ahora? Qué bien le quedan esos pantalones pitillos, marcan tan bien sus piernas torneadas.
-Sí, claro. Necesito hablar contigo en privado. –Dijo sin más y abrí mis ojos como platos.

¿Acaso de que quiere hablar con ella si se supone que se tomaron un tiempo? Por dios, estoy sintiendo celos. No debería de importarme.

Narra Natalia
Noto extraña a Malú conmigo, ¿será por el beso de anoche? Vamos camino al hotel y no emite palabra alguna. Si ella no lo hace, tampoco lo haré yo.

-Escucha… Debo disculparme por lo de hoy… -Dijo rompiendo el silencio.
-¿Sobre qué Malú? –Dije haciéndome la tonta.
-Cuando desperté estaba… -Dice balbuceando y sonrío-
-Tranquila, no te preocupes… Sé que no era tu intención.
-Vale… Qué bueno que lo entendieras.

Luego otra vez volvió el silencio incómodo. Esta seria nuestra última noche, mañana en la mañana volveríamos a Madrid. Salgo de la ducha e ingresa ella.
Esta extraña, apenas me habla y sin mirarme. Hizo un par de llamadas y eso fue todo.
La espero y sale con un vestido corto, suelto, blanco. Su melena al viento y con un rico perfume que me inundó de recuerdos del pasado, de nuestro pasado.

-¿Oye te pasa algo? –Dije sin titubeos.

Me mira sorprendida.

-¿A mí? Nada. –Dijo levantando sus hombros y mirándose en el espejo mientras se acomodaba el pelo.
-Algo te pasa. Desde hoy que estas extraña, apenas me miras o me hablas. Anoche estabas diferente… -Me acerco y se aleja sin mirarme.
-No me sucede nada, estoy bien. –Cogí su brazo e hice que me mirara.
-Nunca has sido buena mintiendo Malú… Algo te sucede y quiero saber

Resopló y se tapó la cara con sus manos. Y automáticamente recordé lo que soñé en la noche. Soñé con ella y que manera de soñarla…

-Soñé contigo ¿vale? –Dijo ruborizada- ¿Contenta? Ahora lo sabes. –Dijo dándome la espalda.
-Yo… Ahora que lo recuerdo también… -Dije y ella se dio la vuelta, mirándome sorprendida.- ¿Piensas volver con Andrea? –Soltó sin más.
-¿Qué? No lo sé… Creo que en estos momentos no quiero  pensar en ella…
-Entonces ¿qué es lo que tanto tienes que hablar con ella? –Dijo con sus brazos como jarra.
-¿Me parece o estas celosa? –Sonreí y se picó.
-No para nada… -Dice distanciándose- Solo que si no estás con ella, para que querrías hablar… -Balbucea y me hace gracia- Es sentido común nomas…

Esta nerviosa y habla mucho, esquiva mí mirada todo el tiempo, y recordar todo lo que soñé con ella aviva todos mis sentidos…

-¿Qué te pasa? ¿Por qué me miras así? –Dijo con sus cejas levantadas-

Seguí mis impulsos y la besé, con ansias, con deseos, con ganas. Me correspondió con fervor, cogió mi cara con sus manos y sutilmente su mano derecha se entrelazo con mi pelo, posándose en mi nuca. Nuestros cuerpos se aproximaron y ella de a poco me iba llevando a tras pies en dirección a la cama. Mis manos se afirmaron en su cintura y me dejo dirigir.

Narra Malú
Me buscó tanto que me encontró. Y lo que me gustó que me buscara. No me aguanto las ganas de hacerla mía. Sus manos se posan en mi cintura e intenta levantar mi vestido, pero no la dejo, la empujo y cae sobre la cama. Me recuesto sobre ella que me mira con lujuria. Y mientras la beso, desprendo el botón de su pantalón y bajo la cremallera… Se incorpora a penas y noto como sus manos se colaron sutilmente bajo mi vestido, acariciando mis pechos. Me besa el cuello y pierdo el control, me dejo querer por la única mujer que he amado con locura y que sigo amando aunque me lo niegue. 



Se separa unos segundos de mi cuello y se quita la blusa, sonríe y me contagia, de un rápido movimiento desliza los breteles de mi vestido mientras deja besos por mis hombros, lo disfruto. La parte superior de mi vestido queda en mi cintura y nuestros pechos se reconocen, mientras nuestros besos se intensifican más y más.




Narra Natalia
Mis besos extrañaban sus besos, su piel, su perfume, su todo. La amo más que antes, no puedo negármelo más. Nuestras bocas son imanes y sin tapujos deslizo mi mano dentro de su braga para hacerla mía, porque nuestros cuerpos lo demandan.

Y así pasamos nuestra última noche en Sevilla, desnudas enredadas en las sabanas, amándonos una y otra vez hasta el cansancio…


Continuara...

--------------------------------------------------- 
Mil gracias por pasar a leer ficción!!! Y perdón por demorar tanto en subir!!! :)